The idea behind the text.
Respect for the truth is almost the basis of all morality.
Nothing can come from nothing.

viernes, 26 de julio de 2013

Escuela de Verano


Un remanso en medio de los calores de la canícula, un paréntesis para aliviar el tedio de la rutina diaria y una oportunidad de aumentar el conocimiento y la sensibilidad que en ocasiones se descuidan en aras de la procura de la vida diaria, es la Escuela de Verano que actualmente se desarrolla con programas y actividades de índole cultural en diferentes espacios de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

La oferta cultural de diversos organismos en el estado, sobre todo los oficiales, está más que raquítica y centrada en algunos eventos que así como se presentan se olvidan, concentrado los presupuestos en tan sólo el área administrativa, pero no en el desarrollo de una verdadera política cultural.

Así, la Escuela de Verano es una opción de acercamiento a la cultura, a las bellas artes y a las diferentes expresiones artísticas que dejan huella porque se recogen en videos, libros y seguimiento consecutivo.

De honda tradición cultural, retomada por la UANL, la Escuela de Verano, iniciada por el maestro Francisco Zertuche, se ha caracterizado por el acercamiento de escritores y artistas sobresalientes en México en nuestro lar.

Es entonces una manera de conocerlos y de entablar diálogo con ellos, después de haber conocido su obra.

Y esta tradición sigue porque si antes vinieron a ofrecer conferencias y charlas escritores como Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Margo Glantz, en esta ocasión se le rindió un tributo a René Avilés Fabila por su trayectoria y aportaciones a la literatura nacional, en conversación con nuestro poeta Miguel Covarrubias.

Eduardo Cruz Vázquez ofreció un taller sobre empresas culturales a quienes están interesados en emprender negocios de este tipo, y a la vez presentó un libro. Mauricio Bares, editor de Nitro Press presentó la edición más reciente de su amplio catálogo.

Y presentaciones de otros libros, proyección de películas, conciertos de diferentes géneros musicales, redondean el programa de la Escuela de Verano. Como nota sobresaliente es la participación de artistas y escritores locales junto con los invitados de otras partes. Esto es importante porque siempre se da más trascendencia a quienes vienen sobre todo de la Ciudad de México, debido al centralismo imperante, no sólo en la cultura sino en todas las áreas de la administración pública.

Una de las partes débiles de la administración actual es la de la cultura. No hay apoyo, CONARTE se ha convertido en un arca de oro, la Secretaría de Educación no ha renovado los acervos de la Red Estatal de Bibliotecas, no hay impresión de libros en ninguna instancia, no hay presupuesto y el que hay –mucho o poco- se va en el mantenimiento de aparato burocrático.

Y lo mismo puede decirse de muchas administraciones municipales, sean gobernadas por el color que sea. No hacen más que celebrar ciertas fechas de la efemérides, los días de fundación, realizar eventos de diversión como si fueran culturales.

Y la excusa es la misma de siempre: no hay dinero para la cultura porque urgen otras cosas, pero las otras cosas tampoco se arreglan. Es entonces que la Escuela de Verano, como lo fue el Festival Alfonsino, ambos cobijados por la UANL, reviste una importancia primordial.