WASHINGTON, 14 de febrero.— La secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, dijo ayer que la deportación de unos 11 millones de inmigrantes indocumentados va “en contra de nuestros valores”.En una audiencia sobre inmigración ante el Comité Judicial del Senado, Napolitano señaló que esa medida no sólo es impráctica, sino que también afectaría la economía del país y que el disfuncional sistema actual está perjudicando al país.
Al comienzo de la audiencia, un manifestante que gritó “No más deportaciones” interrumpió brevemente el testimonio de Napolitano.
La funcionaria reiteró las afirmaciones en la víspera en su mensaje sobre el Estado de la Nación del presidente Barack Obama ante el Congreso de ofrecer un camino a la ciudadanía para los indocumentados siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos.
Un grupo de ocho senadores presentó una propuesta bipartidista que incluye esos principios con la condición de un mayor control fronterizo, que a su vez debe ser aprobado por la Cámara de Representantes.
Napolitano dijo que a menudo el enfoque sólo en la seguridad fronteriza sirve como una excusa para no atender otros problemas como el tráfico de personas y el crimen organizado internacional e ignora los avances realizados en los años pasados.
Ante preguntas de los senadores, la secretaria de Seguridad Interna sostuvo que en comparación con 1986 cuando se aprobó una amnistía migratoria, la frontera está ahora “más segura que nunca” con mayor personal, tecnología y avances en la construcción del muro fronterizo.
Por otro lado también defendió el programa de suspensión a las deportaciones anunciada por Obama el año pasado en beneficio de jóvenes indocumentados que llegaron de niños a Estados Unidos al indicar que es “consistente con nuestros valores”.
Buscan reponer personal
Estados Unidos y México avanzan en negociaciones que permitirían restablecer el envío de elementos de la Secretaría de Seguridad Nacional estadunidense a la Embajada de su país en México, congelado ya hace meses.
La Secretaría de Relaciones Exteriores decidió suspender permisos diplomáticos para personal del DHS luego de la muerte de José Antonio Elena Rodríguez, un joven de 16 años que fue muerto por disparos hechos por un agente de la Patrulla Fronteriza estadunidense a través de la frontera común.
El cuerpo del adolescente presentaba ocho heridas por disparo de arma de fuego, incluso siete de ellas por la espalda, de acuerdo con un reporte forense citado por el abogado de la familia Elena Rodríguez.
Las autoridades estadunidenses abrieron una investigación. Según la Patrulla Fronteriza, el incidente ocurrió a principios de octubre cuando agentes sorprendieron a un grupo que trataba de transportar bultos con droga a través de la frontera y al ser sorprendidos corrieron hacia territorio mexicano y de ahí lanzaron piedras contra los patrulleros.
Una versión extraoficial mexicana consignó que el cadáver del adolescente no sólo estaba lesionado por la espalda sino que fue necesario que el tirador disparase de arriba abajo, desde el ligeramente más elevado lado de la frontera estadunidense hacia territorio mexicano.
El diferendo ha sido parte de las discusiones en varios encuentros oficiales bilaterales, incluso durante la visita que hizo a México la secretaria Janet Napolitano a fines de diciembre de 2012.